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Cuenta la leyenda que las tres Pascualas vivían junto a una laguna, soñando con el amor eterno, puro y fiel...

El Día En Que Coronel Dijo Basta: No Más Termoeléctricas

Cerca de 2 mil personas se reunieron en la plaza comunal de Coronel, para manifestar la preocupación que existe por la contaminación en ese lugar

La Leyenda del Salto del Lajas

Cuentan los antiguos, que en el lugar donde hoy está el Salto del Laja, había una llanura...

La Batalla del Cerro Gavilán

En honor a nuestra historia presentamos una producción que resume los sucesos que se desarrollaron en la conocida Batalla del Cerro Gavilán .

Coronel... La Historia Sobre la Arena y el Carbón

Coronel... La Historia Sobre la Arena y el Carbón. Producción patrocinada por la Casa Ciudadana Coronel

viernes, 20 de febrero de 2009

Mulchén - Raúl Cataldo, Poeta


Nacido en la comuna de Mulchén destaca por "no haberme presentado en ningún concurso de poesía" (dice con una sonrisa). Con 35 años de vida y varios kilómetros después, declara que su poesía es "poesía de la calle, no callejera, son palabras tranquilas sin mayor complejidad que la delicada RE-presentación de lo que necesita, sentirse humano." El Libro De Ser Humano a Ser Humano es una conversación entre el tiempo y quien lo lee.

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jueves, 5 de febrero de 2009

Yumbel - La campana de Rere


Quien no conozca la campana de oro de Rere, no conoce el tesoro más preciado de este histórico pueblo de la región del Biobío. Por allí dicen que no vale la pena visitar el pintoresco poblado, a 70 kilómetros al sur de Concepción, si no se contempla la majestuosidad y hermosura de la forma y tañido de dicha reliquia.

En ella está resumido el orgullo de los rerinos que no olvidan la antigua grandeza que le dio origen cuando en esas tierras se encontraba la próspera Estancia del Rey y se producía oro en abundancia.

La campana data de comienzos del siglo XVIII, concretamente del año 1721. Fue construida por iniciativa de los jesuitas con el propósito de anunciar con mayor belleza el llamado a las múltiples ceremonias religiosas que se celebraban en la misión de Buena Esperanza de Rere.

No se tiene certeza acerca del lugar en donde fue construida pero, según la leyenda, tal obra fue posible gracias al generoso donativo de joyas de oro, plata y otros nobles metales que los vecinos entregaron a los misioneros.

Cuentan también que ante tanta belleza y tan extraordinarias cualidades, las autoridades eclesiásticas de Concepción quisieron llevarse la campana. Sin embargo, con más de 40 yuntas de bueyes fue imposible sacarla siquiera fuera de la villa. Pero, para devolverla a su legítimo lugar bastó sólo una.

Hoy, la legendaria campana está ubicada en lo alto de un bello campanario construido en 1921. Desde allí, cada domingo, lanza sus melodías a rodar por los suaves lomajes de la comarca.

Por Luis Espinoza F.

Yumbel - Lugares Históricos de Yumbel


Pueblo de Rere

Ubicado a 21 kilómetros al oeste de la ciudad de Yumbel. Es un pueblo de significación histórica. Pertenece a la conocida ruta turística llamada Ruta del Oro. El campanario y sus campanas aliadas en oro constituyen uno de los mayores atractivos dentro del pueblo. También es llamativa la disposición de sus calles y la antigüedad de sus construcciones.

Yumbel Viejo

Ubicado en el radio urbano de la ciudad de Yumbel. Está limitado por el Cerro Centinela, estero Bermejo, estero Cambrales y cerro El Combate.

Corresponde a la antigua localización de los fuertes que dieron origen a la ciudad de Yumbel. Además, en el lugar se le rendía culto a San Sebastián, antes de ser trasladado a su actual ubicación.

Templo de San Sebastián

Ubicado en calle Castellón entre Avenida Bernardo O'Higgins y calle General Cruz, frente norte de Plaza de Armas de la ciudad de Yumbel. Es un lugar de significación histórica-religiosa ya que es el lugar de devoción a San Sebastián.

Está constituido por tres naves, cuya construcción data del siglo XIX. En su interior y en el Altar Mayor, se encuentra la venerada imagen de San Sebastián, la cual es de madera de cedro, tallado a mano y traído por los soldados de Pedro de Valdivia. También al interior, se pueden apreciar hermosos Altares de fino mármol y un antiguo púlpito.

Campo de Oración

Ubicado entre las calles Castellón, Av. Bernardo O’Higgins, Quezada y Aníbal Pinto de la ciudad de Yumbel.

Este lugar constituye el centro de las celebraciones religiosas de San Sebastián del 20 de enero y 20 de marzo de cada año.

Ermita de la Primera Capilla de San Sebastián

Ubicado casi al llegar a esquina de calle Patricio Patrito con Vicente Reyes en la antigua localización de los fuertes en la ciudad de Yumbel, específicamente en el centro de Yumbel Viejo.

Yumbel - Atractivos de Yumbel


Balnearios y Zonas de Camping

Balneario Río Claro

El Balneario Municipal Río Claro está ubicado a 3 Km. de Yumbel y tiene zonas de camping muy bien equipadas para recibir y atender a visitantes, turistas y veraneantes.

Las aguas del Río Claro, como su nombre lo indica, son claras y como característica especial es que se diferencian temperaturas en ellas altas y bajas. Con abundante sombra, sus playas muestran arenas finas y suaves, ideales para el descanso familiar.


Balneario Salto del Laja

El Balneario Salto del Laja está ubicado a 25 km. de Yumbel y tiene la mejor ubicación para apreciar la magnificencia de sus saltos.

En este balneario se han realizado importantes inversiones públicas a favor de un mayor confort y seguridad de los visitantes. Además, cuenta con el equipamiento necesario para disfrutar de este atractivo de reconocimiento nacional e internacional.

Yumbel - Yumbel, terrenal y espiritual


De origen militar, Yumbel destaca hoy por su alta ruralidad y su aspecto religioso. Es considerada desde siglos, una ciudad santuario, por venerarse a San Sebastián, patrono de la ciudad, los 20 de enero y marzo de cada año, lo cual constituye la principal fiesta religiosa popular de la región y una de las más importantes del país.

Trillas a caballo, aire puro, viñedos, trigales y casas de adobe son parte preponderante del paisaje urbano y rural de los diferentes pueblos que encierra la comuna.

Distante a 57 kms al noroeste de Los Angeles, la comuna de Yumbel, ubicada en la depresión central, tiene una superficie aproximada de 767, 25 kms2. Sus principales localidades urbanas son Estación Yumbel, Río Claro, Rere y Tomeco.

La actividad económica más importante es la agricultura, que emplea el 52% de los ocupados, en segundo lugar se encuentra el sector servicios, seguido del sector forestal.

Otro de los factores que afectan la producción agrícola es que gran parte de los suelos de tierra colorada han sido fuertemente explotados, ocasionando su rápida destrucción siendo hoy suelos empobrecidos, ácidos y erosionados.

En los últimos años, la actividad forestal ha crecido enormemente, pudiendo aumentar ostensiblemente la superficie plantada de pinos y eucaliptus. Además, en la comuna existen algunas pequeñas y medianas empresas madereras.

Hay gran producción hortofrutícula, y en los años recientes se han desarrollado pequeñas agroindustrias y huertos frutales.

Yumbel - Yumbel. El peso de la tradición


En la zona de Yumbel se vive, casi en forma exclusiva, una gran cantidad de costumbres y tradiciones, que se han ido conservando a través del tiempo.

A pesar del avance tecnológico, Yumbel ha sabido mantener añosas costumbres como: Trillas típicas a “yegua suelta”, mingacos, fiesta de la vendimia, la descabezadura de pollos para San Guillermo, Cruz de Mayo, la fiesta de San Juan, trillas a caballo y corridas a la chilena, entre otras adornan esta rica expresión cultural, que vive y que permanecerá vigente en la costumbre del yumbelino.

Una novedosa iniciativa del Centro de Educación y Tecnología (Cet) es un quiosco montado en una carreta y que justamente se llama «Carreta Orgánica». Ubicada en la Plaza de Yumbel, se venden productos agrícolas y frutícolas que no han sido cultivados con pesticidas.

Por otra parte, existe la Muestra Campesina de Yumbel, que se realiza cada año durante los primeros días de abril, donde se reúnen campesinos y artesanos de la comuna y regiones a mostrar el trabajo logrado durante un año de productividad en torno a un programa cuidadosamente elaborado, donde lo autóctono está presente en los stands, con artesanía, productos del agro, maquinaria agrícola, actividades recreativas, espectáculos y la tradicional comida y tragos típicos, productos que se puede llevar y consumir en el mismo lugar.

El fervor religioso ha permanecido firme en Yumbel, al punto de que celebran fiestas como la Pascua en Rere, Novena de la Virgen del Carmen, la Cruz de Trigo, la Cruz de Mayo y la Fiesta de San Juan.

Yumbel - Localidades de Yumbel


Río Claro

Pequeño poblado, típicamente campesino, que se levanta al costado poniente y en la ribera del río al cual debe su nombre. Se caracteriza por la amabilidad de su gente, su producción de hortalizas, siempre frescas y agradables, y su gran producción de cerezas y frutillas.

Está ubicado a 12 kilómetros al surponiente de Yumbel con un camino de tierra con una capa de ripio, que bordea en casi toda su extensión la hermosa ribera del Río Claro.

La Aguada

La hermosa aldea La Aguada debe su nombre y origen a la antigua Hacienda La Aguada, creada por la familia Puffe, que transforma los inmensos arenales en una de las más prestigiosas y productivas tierras agrícolas de la región.

A orillas del Río Laja, es posible gozar de un reparador descanso, agradables baños en sus frescas y cristalinas aguas, acompañado de una flora y fauna silvestre abundante y atractiva.

Tomeco

Tomeco constituye un pequeño y siempre agradable poblado típicamente campesino y agrícola, montado en las suaves lomas del lugar.

Se caracteriza por un sencillo y hermoso Templo construido de adobe y madera, a fines del siglo XIX. Cuenta con imágenes religiosas muy antiguas y hermosas que ocupan sus altares.

Allí, es posible adquirir muchos y variados productos agrícolas, especialmente legumbres siempre frescas, frutas y otros productos campesinos.

Rere

La ciudad que terminó en pueblo, ubicada a 21 Km. Al poniente de Yumbel, es conocido por su artesanía y sus antiquísimas campanas con aleaciones de oro, que se encuentran en el campanario de esta localidad.

En el interior del Templo Parroquial se encuentra sepultado el Sacerdote Justo Mayoral, defensor de los aborígenes y cuyos antecedentes apostólicos se encuentran en Roma para su canonización, ya que se le atribuyen numerosos milagros.

Parte de la historia de Rere se encuentra reflejada en el hermoso mural del pintor Eugenio Brito, ubicado detrás del Altar Mayor del Templo.

Yumbel - Cómo llegar a Yumbel


Si viene por Los Ángeles, siga camino al Salto del Laja (29 km), luego llegue al cruce Las Tejas, tome el camino por su izquierda que lo guiará hasta otro cruce debidamente señalizado. El primer poblado que encontrará será Yumbel Estación y luego la Ciudad de Yumbel.

Si Ud. viene por Chillán, por la Ruta 5 Sur llegue hasta el cruce Cabrero. Aquí tiene dos opciones, la primera es seguir directo por la ruta Q 50 hasta que llegue al cruce Yumbel, y la segunda es ingresar a Cabrero y tomar el camino hacia Monte Aguila y luego hacia Yumbel.

Si viene por Concepción llegue a San Martín, tome Roosevelt hasta la Rotonda y salga a la carretera en dirección sureste donde llegará al control Chaimávida. A 49 km se encontrará el primer poblado de la comuna llamado Tomeco, siguiendo por la carretera se encontrará con el cruce Yumbel que le guiará hacia la ciudad de Yumbel

Yumbel - El Nombre de Yumbel


El nombre de la cuidad responde a los vocablos poéticos araucanos Um, que quiere decir Aurora, y Pel, que significa resplandor o luz, lo que indicaría Luz de la Aurora o Arcoiris Resplandeciente.

Yumbel - Cronología Histórica de Yumbel 1585-1693


1585. Frente español en la zona del Bío Bío. Las incursiones de los araucanos desde el sur del Bío Bío y de los pehuenches desde la cordillera andina, frenaron el avance de los españoles hasta los mismos márgenes del Bío Bío, estableciendo en toda esta área un frente de avanzada implementado con fuertes situados estratégicamente en: Antuco, Tucapel Nuevo, Yumbel, Hualqui, Santa Juana, San Pedro, Nacimiento, Los Ángeles, San Carlos de Puren y Santa Bárbara.

1585. Creación del primer Fuerte en Yumbel. Completando esta defensa de la zona se construye el Fuerte de San Felipe de Austria en 1585.

1603. Creación del Fuerte Buena Esperanza de Rere.

1603. Destrucción del Fuerte de Yumbel. Es destruido por los araucanos y es levantado por segunda vez bajo el nombre de Santa Lucía de Yumbel.

1605. Parlamento del Padre Valdivia. El 16 de mayo el Padre Luis de Valdivia celebra un parlamento en Yumbel con los indios y al día siguiente en Buena Esperanza de Rere.

1629. Batalla de las Cangrejeras cerca del Fuerte de Yumbel. El Toqui Lientur derrota a los españoles.

1648. Destrucción y abandono del Fuerte de Yumbel.

1655. Gran insurrección durante los gobiernos de Acuña y Cabrera. Se destruye el Fuerte de Yumbel. Traslado del Santo a la plaza fuerte de Yumbel. Procesión más larga de la historia. En éste año fue nombrado Gobernador Antonio Acuña y Cabrera que junto con dos cuñados inician la guerra ofensiva tomando prisionero a los indígenas que lo vendían como esclavos.

Hacen, además, mal uso de los sueldos destinados a los soldados inexistentes, esto provocó el disgusto general de los nativos libres y esclavos prisioneros, los que se sublevaron y se arrojan sobre sus opresores, mataron a los hombres, se apropiaron del ganado, raptaron a las mujeres y quemaron los edificios existentes.

Al norte del Bío-Bío cayeron uno tras otro todos los fuertes, incluso el de Chillán que fue despoblado llevándose consigo la imagen de San Sebastián para evitar que fuera profanada, fue enterrada en las cercanías del Fuerte de Yumbel durante 7 años. Recobrada milagrosamente, fue reclamada por los chillanejos, más el Santo no permitió "ni con dos yuntas de bueyes" y desde entonces ha permanecido en Yumbel. La imagen fue trasladada desde unos pajonales a la plaza fuerte donde estuvo hasta 1757.

Huida de Buena Esperanza de Rere a Concepción, originando la procesión más larga de la historia.

1657.Terremoto y maremoto en esta región. Tuvo su epicentro en Concepción y destruyó totalmente lo poco que quedaba en la región después de la insurrección de Lientur y Butapichún.

1663. Reconstrucción del Fuerte de Yumbel. Es nuevamente levantado después de la destrucción de 1648 bajo el nombre de Nuestra Señora de Almudena y repoblado tres años después con el nombre de San Carlos de Austria de Yumbel. En cinco meses se construyó una fortaleza capaz de contener a 1.000 infantes. Estaba destinado a controlar los caminos que conducían al Valle Central desde la alta Cordillera por los Valles de los ríos Laja, Rucue y Duqueco como también el avance de los araucanos hacia el norte al pie de la Cordillera Andina.

1663. Devoción de San Sebastián. Según la tradición religiosa en esta fecha tuvo origen la devoción del Santo en Yumbel, protector de las cosechas de los agricultores de la zona.

1692 y 1693. Parlamentos en Yumbel. Convocado por el gobernador Tomás Martín de Poveda. El 1º se efectuó el 16 de diciembre de 1692. Los participantes eran el Gobernador con sus fuerzas y el ejército araucano. Se pretendía encontrar una solución para poner fin a la larga guerra entre ambos ejércitos. El gobernador sostuvo un nuevo parlamento con los araucanos el 3 de noviembre de 1693.

Yumbel - Cronología Histórica de Yumbel 1900-1984

1900. Nuevas instalaciones. Cerca de 1900, la Iglesia comienza a habilitar las primeras acomodaciones para acoger la gran cantidad de devotos y peregrinos, se instalan una hospedería, comedor del peregrino y caballerizas.

1910. Periódico "La Prensa". El 18 de septiembre de 1910 se publica el primer ejemplar del periódico La Prensa de Yumbel.

1939. Terremoto y destrucción de la ciudad. Epicentro en Chillán, afecta sensiblemente toda la zona destruyendo gran parte de la ciudad. El terremoto destruye parcialmente el actual templo y derriba el majestuoso e imponente campanario.

1945. Club deportivo Hermanos Mendoza. Se funda este Club deportivo en 1945.

1954. Rotary Club. El 23 de septiembre de 1954 se funda el Rotary Club de Yumbel.

1957. Cruz Roja. Se funda la Posta de la Cruz Roja.

1959. Cuerpo de Bomberos. El 4 de mayo de 1959 se constituye el Cuerpo de Bomberos de Yumbel.

1960. Terremoto. Deja su huella sobre las viviendas y construcciones de poca altura existentes en la zona.

1968. Club de Leones. El 30 de diciembre de 1968 se crea nuevamente el Club de Leones. En 1953 se había organizado una filial del Club pero fue disuelta después de algunos años.

1969. Habilitación del Campo de Oración. Se habilita el actual Campo de Oración "Monseñor Manuel Sánchez B.", en ese recinto se instalan confesionarios, baños y su capacidad llega a 3 mil personas.

1974. Zona seca. Se decreta zona seca a la ciudad de Yumbel, con motivo de las celebraciones religiosas de San Sebastián.

1984. Cuarto Centenario de la Ciudad de Yumbel. En 1984, durante la preparación de la celebración del cuarto centenario de la ciudad, se decidió conmemorar esta ocasión el día 16 de marzo, por ser éste, el día y mes en que se emitió el Decreto Supremo que la designa como ciudad; y el 1585 por ser éste el año en que se erige el primer fuerte que da inicio a la ciudad.

Yumbel - Cronología Histórica de Yumbel 1716-1876

1716, 1738 y 1746. Parlamentos de Tapihue. Entre gobernadores de Chile y las fuerzas araucanas.

1757. Parroquia de Yumbel. El Obispo Pedro Angel Espiñeira erigió la Parroquia y la imagen de San Sebastián fue depositada ahí hasta 1835 en el templo ubicado en el sector de la antigua villa.

1766. Yumbel obtiene su título de villa. Bajo el gobierno de Antonio Gil y Gonzága.

1774. Parlamento de Tapihue.

1819. Asalto a Yumbel, el 9 de diciembre. Yumbel es asaltado por las tropas realistas al mando de Bocardo y de Ilizondo con 658 hombres. Esta plaza es defendida por Quintana que disponía de 110 hombres.

1820. Batalla en el Cerro El Combate el 20 de septiembre.

1820. Batalla de Tarpellanca el 26 de septiembre.

1825. Parlamento de Tapihue. Entre araucanos y el gobierno de Chile.

1835. Terremoto en el Valle Central. La ciudad se destruye por el terremoto que desoló la costa y el Valle Central de Chile. Se intenta el primer cambio de ubicación del centro poblado al otro lado del estero Bermejo. El terremoto destruye el templo que albergaba la Santa Imagen siendo resultando ésta intacta. La imagen estuvo en un templo provisional hasta 1859 mientras se construía el definitivo.

1836. Reconstrucción sitio actual de Yumbel. En el siglo XVIII la propiedad agrícola y su explotación quedaron estructuradas en forma similar a la actual, como resultado de las primitivas mercedes de tierras, del remate o de la concesión de los terrenos vacantes, de la supresión del régimen de encomiendas y del servicio personal, de la venta de los predios de los jesuitas y de la abundancia de mano de obra suministrada por el mestizo.

1859. Templo Santuario de Yumbel. Se termina de construir el templo de tres naves, hasta donde fue trasladada la imagen, lugar donde permanece hasta la fecha.

1871. Yumbel como ciudad. Mediante decreto supremo el 16 de marzo de 1871, obtiene su título de Ciudad.

1876. Manuel Montt visita la región. Siendo su inquietud hacia la zona la implementación de Correos, Vapor hasta Nacimiento por el río y la ejecución de los caminos hacia el Valle Central.

1878. Profanación de la imagen de San Sebastián. Hubo una profanación e intento de destrucción de la imagen, la que fue encontrada en unos matorrales en el sector que hoy es el camino a Monte Águila. Se puede decir que el aumento de la devoción y el inicio de las primeras peregrinaciones data precisamente de 1878, cuando la fama del Santo trasciende la frontera de Yumbel y la zona y se extiende por el resto de Chile y el exterior.

1879. Fundación del Instituto San Sebastián. El 25 de septiembre de 1879 se ordenó la apertura del Seminario San Sebastián, hecho que se llevó a cabo el 6 de octubre del mismo año. El seminario derivó en el actual Instituto San Sebastián.

Yumbel - Historia de la Ciudad de Yumbel


La ciudad se originó en el antiguo fuerte de San Felipe de Austria levantado en 1585 por el gobernador Don Alonso de Sotomayor, en los alrededores de lo que hoy se denomina cerro Centinela.

Emplazada geográficamente acorde a los principios básicos de fortificación militar y defensiva, propios de la Conquista y Guerra de Arauco, Yumbel se ubicaba entre dos cursos de agua, hoy conocidos como Estero Yumbel, por el oriente; Estero Bermejo, por el norte; y por el sur, cerro Centinela, que constituía el Mirador, que permitía observar a distancia cualquier desplazamiento de gente.

El fuerte de San Felipe de Austria fue destruido por los araucanos y levantado por segunda vez en 1603, en esta fecha el gobernador Alonso de Ribera le dio el nombre de Fuerte de Santa Lucía de Yumbel. Nuevamente fue destruido en 1648 y levantado en 1663 con el nombre de Nuestra Señora de Almudena, y repoblado 3 años después con el nombre de Austria de Yumbel. En 1766, bajo el gobierno de Antonio Guill y Gonzaga, se erigió en villa. Fue destruida parcialmente por el terremoto del 20 de febrero de 1835.

Recibe el título de ciudad por decreto supremo el 16 de marzo de 1871.

El desarrollo de la comuna en general y de la ciudad de Yumbel en particular, ha estado ligado profundamente en el quehacer religioso gracias a la veneración a su Santo Patrono, San Sebastián.

Yumbel - Historia del Pueblo de Rere


El pueblo de Rere se ubica a 21 Km de Yumbel. Los orígenes de Rere se relacionan directamente con la guerra fronteriza que libraron españoles y araucanos desde los comienzos de la Conquista. Durante el siglo XVI el proceso de fundación de ciudades y de posecionamiento de las tierras en las que vivían las reducciones indígenas se consolidó con algunas dificultades hasta la zona del Bío Bío. Muchas ciudades fundadas al norte de este río, principalmente Santiago, fueron creciendo en la medida que el sometimiento de los indígenas garantizaban la debida tranquilidad. Sin embargo, el avance hacia el sur del Bío Bío, en donde residía gran parte de los araucanos, fue una tarea titánica y el sometimiento de las ciudades y fuertes fundados por el propio Pedro de Valdivia se hizo casi imposible.

Prueba de ello es la misma muerte de Pedro de Valdivia en Tucapel hacia 1553 y los incesantes esfuerzos que desplegaron sus sucesores a fin de someter a aquel territorio que parecía indomable. Es así como a fines del siglo XVI se produce la gran sublevación indígena al sur del Bío Bío tras el desastre de Curalaba, trayendo consigo la muerte del gobernador Martín García Oñez de Loyola y la destrucción de la totalidad de las ciudades españolas que a duras penas se habían sostenido en esa zona. Surge entonces la necesidad de reorganizar las fuerzas españolas en torno a aquel río que servirá de frontera a ambos pueblos en pugna.

En este contexto llega a Chile el prestigiado gobernador Alonso de Ribera quien, viendo las falencias de sus antecesores, traza un plan destinado a darle una nueva dinámica al proceso de conquista. Para ello hace construir una serie de fuertes a lo largo del Bío Bío a objeto de asegurar aquella frontera natural y conjuntamente con ello, hacia 1603, fundó entre Chillán y Concepción la llamada Estancia de Rey, que ese mismo año pobló de ganado y sembró de trigo. De este modo, los inicios de Rere se involucran directamente con la nueva dinámica de guerra que impulsará el Gobernador Rivera, y dicha función propiamente económica de sus inicios se le agrega al poco tiempo su función militar como una consecuencia inevitable dada la cercanía al escenario de la guerra. Así lo señala Diego de Rosales:

"Viendo el gobernador (Rivera) el trabajo con que se socorrían los fuertes de bastimentos, tomo una buena resolución de poblar un fuerte en un puesto que se llama Huilquilemo con intento de dejar allí una sementera para el Rey...".

El fuerte nace entonces como consecuencia de la necesidad de cuidar los sembrados y ganado que de continuo eran objeto de robo. La fortaleza se perfila con un carácter más defensivo que de protagonismo en la lucha contra los Araucanos. Además por su ubicación a espaldas de los fuertes que estaban a orillas del Bío Bío, servía como punto intermedio para el socorro de los diferentes fuertes o como punto de retirada gradual entre una eventual ofensiva indígena.

Yumbel - Historia de Yumbel


La comuna de Yumbel se ubica en la provincia del Bío Bío en la región del mismo nombre de Chile. Es conocida internacionalmente por sus eventos religiosos que giran en torno a la imagen santa de San Sebastián.

Pero esta comuna ofrece en cuanto al turismo variadas opciones para conocerla. Entre ellos tiene: rica historia, hermosos paisajes, eventos de reconocimiento nacional, pueblos y localidades pintorescos, balnearios en distintos cauces hídricos como también en los Saltos del Laja, además de variados mitos y leyendas.

Yumbel - Historia de Rere


Rere: pasado de grandeza

Las calles de la apacible localidad de Rere, distante unos 20 kilómetros al poniente de Yumbel, apenas revelan su pasado de esplendoroso y su gravitante importancia en la historia nacional y de la provincia de Biobío.

Hacia 1586, en los albores de la Conquista Española y en medio de los cerros de la Cordillera de la Costa, se instaló el fuerte de la Buena Esperanza, justo un año más tarde que el ya existente en la actual ciudad santuario. Fue bautizado como Rere, cuya significado es la derivación de "pájaro carpintero" en mapundugún.

Bajo esta protección militar, en su entorno se comenzó a desarrollar una bullante actividad que estuvo directamente relacionada con la presencia de lavaderos de oro (llegaron a haber hasta 180 en el entorno) y el fuerte desarrollo de la actividad agropecuaria, que permitía abastecer a todas las localidades cercanas, especialmente Concepción. También fue (y es) una zona reconocida por la calidad de sus viñedos que, gracias al generoso sol, permite mostos de reconocido prestigio.

Pero no fue hasta 1720, cuando fue declarada oficialmente como villa, que no se produjo su verdadero crecimiento. No en vano, hacia principios del siglo XIX, llegó a ser la segunda ciudad de importancia en el país con 22 mil habitantes (Santiago, la más grande, tenía 70 mil) y con un área jurisdiccional que llegaba hasta la misma cordillera de Los Andes.

De esa misma época datan sus enorme campanas (de unos mil 200 kilos cada una), fundidas con oro donado por sus habitantes.

El primer golpe que anticipó su caída fue la expulsión de la orden jesuíta de todos los territorios dominados por la Corona Española, hacia fines del siglo XVIII, que redundó en que partieran de Rere los religiosos que habían cultivado sus estancias agrícolas, levantado los primeros colegios y construida la actual casa parroquial. Más tarde aparició el ferrocaril que llegó a Yumbel, hecho que dejó a Rere a contramano de la actividad productiva de la zona.

La localidad ya no fue el punto de paso obligado de los productos que se movían en la zona.

Por eso ahora, con poco más de 3 mil habitantes y un área geográfica reducida a su mínima expresión, la localidad de Rere vive apegada a su devenir agrícola y con la nostalgia de los tiempos pasados.

Yumbel - La mata de la picardía


Para llegar por tren a Rere, histórico poblado de la región del Biobío, es necesario bajarse en el caserío de Buenuraqui, ubicado a 11 kilómetros. Desde allí hay que internarse por un pintoresco y polvoriento camino que sube y baja serpenteando entre los cerros. Poco antes de llegar al pueblo, se encuentra un longevo litre, conocido como Mata de la Picardía. Es común para el viajero escuchar páreme en la mata'e la picardía, al chofer del microbús que, de tarde en tarde, hace el recorrido entre Rere y Buenuraqui.

Mi abuela me contaba que desde tiempos antiguos, muchas carretas se desplazaban a Buenuraqui con enormes pipas llenas de chicha y vino para embarcarlas allí con destino a Concepción y Talcahuano. La partida, como se acostumbra en el campo, era de madrugada. Aún oscuro, los peones alistaban las yuntas y emprendían viaje, formando una caravana que parecía una gorda cuncuna que serpenteaba por el camino cuesta arriba. Cuando ya quedaban atrás las casas del pueblo, los viajeros se detenían junto al viejo litre, para el primer descanso de hombres y bestias.

A orillas del camino buscaban pajitas secas y convencidos que nadie podía verlos se subían sobre las pipas. Sacando el grueso tapón, comenzaban a chupar la fresca savia que las viñas habían dado durante la vendimia, dando rienda suelta a la picardía campesina.


Versión de Luis Espinoza

Yumbel - San Sebastián: Entre lo popular y lo divino


La tranquilidad volvió a Yumbel. Su gente guardará pacientemente hasta el “20 chico”, en marzo, para recibir nuevamente a ese mar humano que fielmente avanza de rodillas para suplicar o agradecer al santito milagroso por algún favor concedido. Así es la fiesta de San Sebastián donde el fervor popular y las tradiciones se mezclan sin recelo, detenidas en el tiempo, haciendo olvidar, aunque sea por algunos momentos, que estamos en pleno siglo XXI.

El día de la celebración, el pueblo amaneció más temprano que de costumbre. Desde la medianoche y cada dos horas la Iglesia ofreció misas a los peregrinos que provenían desde distintos puntos del país para pagar sus mandas. Pero no sólo ellos fueron puntuales, también los vendedores que “religiosamente” llegaron para participar, a su modo, de la festividad. Total, aunque sea pequeña, la imagen de madera de cedro de tan sólo 75 centímetros alcanza para todos.

Desde las primeras horas, los madrugadores se apoderaron de la plaza y en improvisadas colchonetas en el suelo sucumbieron ante los brazos de Morfeo. Ahí niños, hombres y mujeres tapados hasta el cuello descansaron sus cuerpos, antes de ir a saludar al santito. El silencio comenzó a ceder y las calles a inundarse de gente.

Y es que, aunque pocos sepan que San Sebastián era un joven militar romano del siglo III, que sobrevivió a las flechas que le propinaron otros soldados por orden del emperador Dioclesiano y que finalmente murió flagelado por proclamar su fe en Cristo, cada vez llega más gente a venerarlo, familias completas, sobre todo de origen humilde, quizás para pedir un milagro o sólo en busca de esperanzas.

Para demostrar su agradecimiento o para que la petición cobre más valor cada cual elige algún sacrificio. Algunos entregan dinero, otros caminan largas horas, encienden velas hasta la saciedad o llegan de rodillas hasta el altar, ubicado en el campo de oración.

Este último es el caso de Emperatriz Díaz, chilena radicada en Francia, quien antes de partir al viejo continente, hace ya 23 años, prometió que cada vez que estuviera en el país visitaría a San Sebastián. Y así lo ha hecho en tres oportunidades. Esta vez llegó en compañía de su esposo y del menor de sus dos hijos, de ocho años, quienes a pleno sol la ayudaron en su cometido abriéndole paso entre la multitud.
A esta mujer la fe en Dios y en los santos se la inculcó su familia desde que era pequeña, del mismo modo que ella se la ha transmitido a los suyos.

Muy distinto es el caso de Marta (29), quien caminó descalza ocho kilómetros junto a su esposo para renovar una manda. Ella comenzó a creer en el santo sólo hace cuatro años cuando le detectaron una grave enfermedad. Contó que la desesperación la llevó a aferrarse a la religión y aunque aún no se mejora el sólo hecho de confiar en Dios la tranquiliza. Casada hace cinco años y ante la imposibilidad de tener un hijo, ruega para que el santo interceda ante la divinidad y le conceda el milagro que la medicina le ha negado.

Yumbel - Historia de la Imagen de San Sebastián


La historia de la imagen en Chile se remonta a la época de la conquista, ya que los soldados españoles tenían como su patrono a San Sebastián y dónde llegaban procedían a entronizarle. En Chillán nació el culto a este santo mártir y fue con la fundación de esta ciudad cuando los soldados españoles trajeron desde su país la sagrada imagen que hoy se venera en Yumbel. A consecuencia de una de las tantas sublevaciones indígenas, la encabezada por el toqui Butapichón arrasó e incendió la ciudad de Chillán en 1655, debiendo las huestes españolas huir, llevándose la imagen del santo para protegerla y dejarla posteriormente enterrada en las cercanías de la villa de Yumbel, al pie del cerro Centinela.

Los habitantes del lugar la encontraron y dispusieron entonces su veneración, instalándola a partir de esa fecha en diversos lugares del pueblo, hasta que fue ubicada definitivamente en su actual templo.

En la entrada poniente del pueblo se erigió la primera capilla en honor de San Sebastián. Estuvo ubicada en el sector donde hoy se encuentra la ermita de San Sebastián en la plaza Alonso de Sotomayor. Un intento de destruir esta sagrada figura por parte de algunas personas incrédulas y poco piadosas, ocurrido en 1878, marca el inicio de su fama como santo milagroso en la zona y sus alrededores. Estos la dejaron abandonada, semiquemada y enterrada en unas dunas en el sector de lo que hoy se ubica el camino a Monte Aguila. Luego de una minuciosa búsqueda emprendida por los pobladores, fue encontrada, con las muestras del intento de profanación.

De ahí en adelante, comenzó su veneración masiva por parte de los habitantes de la zona, quienes suplicaban al santo mártir protegiera sus siembras de sequías, pestes y toda suerte de calamidades naturales. Desde ahí, se dio comienzo a una devoción de personas no solamente del sector sino de todos los alrededores y el resto del país que acudían hasta el templo de Yumbel. Lo hacían en los medios de la época, a pie, en carretas, posteriormente en vehículos colectivos y particulares y mayoritariamente en los trenes que arribaban del norte y del sur, para solicitar al milagroso santo favores de toda índole.

Su actual ubicación frente a la principal plaza de Yumbel, data desde 1859, cuando fue construido el templo que hoy conocemos después que el devastador terremoto de 1835 destruyera el recinto que cobijaba a la venerada imagen.
A comienzos del siglo XX, el Santuario comienza a adquirir fisonomía de tal, con la habilitación de las primeras instalaciones, como el comedor de peregrinos, galpones donde la parroquia y el santuario ofrecían almuerzos a los devotos y peregrinos, también parte la primera hospedería.
En el templo santuario se dormía, se comía, se celebraba la misa y se daban los sacramentos. La fiesta concluía con una procesión alrededor de la plaza, mientras que enfrente del templo se instalaban negocios en donde se vendía de todo y la gente, especialmente los campesinos, aprovechaban para abastecer sus casas.

Bajo el obispado de monseñor Alfredo Silva Santiago, la Iglesia permitió la celebración del 20 de marzo, dado que muchos devotos en enero estaban ocupados en sus labores, básicamente campesinas. De esta manera, el número de feligreses aumentó con las dos fiestas y el templo se hizo insuficiente para recibir a tantos peregrinos. Tanto fue así que bajo la administración pastoral del Arzobispo Manuel Sánchez, se concibió la idea de un Campo de Oración, es decir, habilitar un lugar fuera del templo, que fuera más espacioso y libre, para que la gente pudiera tener un momento de interioridad, hacer oración, participar de la misa, recibir los sacramentos y entregar sus ofrendas y mandas, además de agradecer los favores de Dios concedidos por intersección de San Sebastián. Desde ese momento, el Santuario adoptó un carácter mas pastoral, es decir, una oportunidad para anunciar a Jesucristo y convocar la fe en él.

Esta labor prosiguió con los obispos Manuel Santos y Alejandro Goic, cuyo esfuerzo de veinte años trajo sus frutos, dado que la peregrinación tuvo un carácter marcadamente evangelizador y religioso, depurándolo de sus desviaciones o deformaciones. orientándose hacía una preocupación más de fondo en lo referido a la fe y el compromiso católico. Este antiguo Campo de Oración se ubicó en la manzana adyacente al templo santuario, en la esquina de la plaza, en O’Higgins con Castellón. De la misma forma, el comercio se trasladó de la plaza a este nuevo Campo de Oración, rodeando todo su entorno, ocupando las aceras y calzada.

El aumento de la afluencia de peregrinos además del crecimiento de la población, la evolución de los medios de transporte y incremento del parque automotriz, junto a los cambios socioeconómicos experimentados por el país, le dieron otra fisonomía a la festividad. Esa imagen de una plaza llena de tendales, el comercio por doquier en calles y veredas, fondas en sus alrededores y mucha gente, cambió por el aumento del comercio ferial y de ambulantes que comenzaron a asfixiar las actividades puramente religiosas que se desarrollaban en el Templo y Campo de Oración. Todo esto creó un nuevo escenario, caracterizado por la masiva invasión de todo tipo de comercio en los accesos y alrededor de los recintos religiosos impidiendo su normal funcionamiento.

Yumbel - San Sebastián de Yumbel


La fiesta de San Sebastián atrae anualmente a un millón y medio de peregrinos y turistas, de las personas que ejercen actividades propias de celebraciones masivas, como medios de comunicación, comerciantes y transportistas, lo que origina un gran cambio en la ciudad, pues sólo se actúa en función de ello.

Conocida a nivel nacional, en esta fiesta religiosa se venera la imagen de San Sebastián construida en madera de cedro policromada de 75 centímetros. La imagen -traída por los conquistadores españoles- se encuentra en el Santuario de Yumbel desde 1663.

El edificio actual nace de la iniciativa de monseñor Hipólito Salas, obispo de Concepción decreta en marzo de 1854 la reconstrucción del templo de Yumbel.

Yumbel - Hitos Históricos de La Imagen de San Sebastián


• El ataque de los araucanos encabezados por el toqui Butapichún a la ciudad de Chillán en 1655, motivó a los españoles a trasladar la imagen de San Sebastián a las cercanías de Yumbel para evitar que fuera profanada.

• En 1663, un juez eclesiástico adjudicó la imagen de San Sebastián a Yumbel, cuyos habitantes exponían el derecho de hallazgo. Esto, luego que los chillanejos reclamaran la imagen argumentando que les pertenecía.

• La imagen fue trasladada desde unos pajonales, a la plaza fuerte donde estuvo hasta 1757. Ese mismo año, el obispo Espiñeira erigió la Parroquia y la imagen fue depositada ahí permaneciendo hasta 1835 en el templo ubicado en el sector antiguo de la villa, fecha en que fue destruida por el terremoto, sin embargo, la imagen resultó intacta.

• En 1766, don Antonio Gil y Gonzaga, gobernador de la época otorga a Yumbel el título de villa, colocándola oficialmente bajo la protección de San Sebastián.

• Desde 1835 hasta 1859 la imagen de San Sebastián estuvo en un templo provisional mientras se construía el definitivo.

• En 1859 se termina de construir el hermoso templo de tres naves, hasta donde fue trasladada la imagen, lugar donde permanece hasta la fecha. En 1878 hubo una profanación e intento de destrucción de la imagen, que fue encontrada en unos matorrales en el sector que hoy es el camino a Monte Águila.

• Se puede decir que el aumento de la devoción y el inicio de las primeras peregrinaciones data precisamente de 1878, cuando la fama del Santo trasciende la frontera de Yumbel y la zona y se extiende por el resto de Chile y el exterior.

• Cerca de 1900, la Iglesia comienza a habilitar las primeras acomodaciones para acoger la gran cantidad de devotos y peregrinos. Se instalan una hospedería, comedor del peregrino y caballerizas.

Yumbel - San Sebastián, El Pueblo está de Fiesta


A 100 metros y fuera del lugar de culto, la situación es distinta. El calor es amo y señor y a nadie parece importarle. ¡El pueblo está de fiesta y hay que celebrar! En la plaza todos se dieron cita, los niños tiraban las ropas de sus padres y los obligaban a pagar por una foto en el caballo de madera con San Sebastián de fondo, la misma escena que ellos protagonizaron hace más de 20 años.

Unos pasos más allá, los rancheros haciendo gala de sus mejores atuendos, entonaron las canciones que “hacen nata” en los campos chilenos, al más puro estilo de los charros mexicanos. Y en el otro extremo, los chinchineros incansables dando vuelta de un lado hacia otro, ante la mirada atenta de unos cuantos.

Al frente y fuera de la municipalidad, un señor por alto parlante no se cansaba de nombrar a los extraviados que eran esperados en el lugar por sus familiares o amigos, mientras unas señoras de vestidos largos trataban a toda costa de vender un recuerdo del mártir, con espigas y todo.

Aunque Carabineros hizo lo posible por alejar a los ambulantes del Santuario y del campo de oración, éstos se las ingeniaron para escapar de su mirada y ofrecían sus productos a pocos metros del lugar donde se desarrollaban las actividades religiosas.

Esta situación le preocupa al municipio y especialmente a su alcalde, Raúl Betancur, ya que éste se comprometió a sacar el comercio del sector, tras los incidentes de 1999, cuando el Arzobispado de Concepción intentó realizar la festividad en el predio San José del Espino, ubicado a unos ocho kilómetros de Yumbel, provocando la ira y el malestar de gran parte de la comunidad.

Los otros vendedores, los dos mil que pidieron permiso, se ubicaron en las cuadras establecidas por la municipalidad formando verdaderos mercados persas que nada tienen que envidiarle a los de Santiago.

Internarse en estas ferias no fue tarea fácil. Los productos eran variados, desde figuras y estampitas de San Sebastián, hasta ropa, menaje, discos compactos, artículos de belleza, sombreros, gafas, entre otros. Por cierto para los más chicos no faltaron las réplicas de sus héroes del momento.

No faltaron los yerbateros que ofrecían sus mercancías milagrosas para cualquier tipo de enfermedades, ni tampoco los mapuches vendiendo “agüita del agrio”. Es que esta celebración da para todo y precisamente ahí radica su gracia.

Yumbel - Manifestaciones y Creencias Populares


Muestra Campesina

Es una muestra de índole agropecuaria que ha adquirido en sus ocho años de vida reconocimiento a nivel regional. La Muestra Campesina del año 2000 se celebró en las afueras del Estadio Municipal por calle Castellón. En esta instancia se ponen a la venta productos del campo, artesanía y comida típica. Además de proporcionar información agrícola a los interesados.

Cruz de Mayo

El origen de esta devoción se remonta a los tiempos de la Iglesia Cristiana, cuando los fieles buscaban afanosamente los restos del madero o cruz en que fue levantado Jesús. Es muy pintoresco ver en los pueblos o ciudades como Yumbel que el día 1º de mayo grupos de personas salen en peregrinación golpeando de puerta en puerta proclamando: "... aquí va la cruz de mayo visitando a sus devotos...", terminando esta celebración con una fogata en medio de las calles.


Festividades Religiosas de San Sebastián

En Yumbel existe una imagen del santo romano que es venerada por los católicos cada 20 de enero, 20 marzo y Semana Santa de cada año con una novena y procesión por las calles céntricas de la ciudad.

Se reúnen durante estas festividades cerca de 500.000 personas de todo el país y de algunos países cercanos. Muestras de fervor y espiritualidad se dan lugar en estas fechas de quienes vienen a agradecer favores concedidos.

San Antonio Negro

En el camino que va de Yumbel Estación a la localidad de Río Claro se ubica un pequeño caserío en el sector llamado La Chicharra, donde se rinde culto al llamado "San Antonio Negro" que corresponde a San Antonio de Padua. Esta imagen es venerada por los campesinos cada 13 de junio y se reúne un considerable número de personas.

Niño Dios o "Santo que Gasta los Zapatos"

Imagen del niño Dios que se encuentra en una propiedad privada en el sector Santa Cruz de Río Claro. A esta imagen se le realiza una novena que comienza el 17 de diciembre de cada año terminando el 25 del mismo mes con una procesión dentro del mismo sector. A la ceremonia puede concurrir cualquier persona.

Cruz del Trigo

La llamada cruz del trigo o de San Francisco esta muy centrada en la religiosidad popular. Esta manifestación se celebra el día de San Francisco, 4 de octubre.

En el lugar, como saludo y ofrenda se entrega una pequeña cruz de canelo y maqui, iniciando un pequeño baile sobre el trigo mismo, todo esto para pedir buenos cultivos y abundante cosecha. Esta ceremonia termina con una atención que hace el dueño de casa a sus visitas, atención que consiste en asado, tortillas, vino, y en especial la degustación de la cabeza de "chancho".

Tucapel - Escudo de Armas de Tucapel


En campo de plata una mano derecha con su antebrazo, todo de carnación, mostrando su palma, saliente de la punta, empuñando un arcoiris puesto en la faja arqueada, llena de cuatro burelas de los siguientes esmaltes de arriba hacia abajo (desde el jefe hacia la punta): gules, oro, sinople, y azur.

Timbre: corona mural de oro, mazonada de sable, realzada por las 16 almenas, de las cuales sólo 9 vistas.

Tucapel - Tucapel: tranquilidad de la precordillera


La comuna de Tucapel no difiere en mucho de cualquiera de los asentamientos de la zona central del país. Es una comuna agrícola de preferencia forestal, con bellezas naturales emplazadas casi en plena cordillera de Los Andes y que no tienen mayor aprovechamiento turístico.

Sin embargo, tiene varias particularidades. No tiene una Plaza de Armas sino cuatro. La característica de esta comuna es la dispersión de sus centros urbanos en los pueblos de Huépil, Polcura, Trupán y Tucapel. Curiosamente la comuna se llama Tucapel pero el municipio está instalado en Huépil. Todo un enredo que data de fines de los años ‘60 y que motivó una profunda división entre los vecinos de las localidades involucradas.

Ubicada a 55 kilómetros al noroeste de Los Angeles, por la ruta a Antuco, la comuna tiene una población de 12 mil 20 habitantes distribuidos en 911 kms2.

Los primeros antecedentes históricos que existen de la comuna, dicen relación con la fundación del fuerte de Tucapel el año 1723, alrededor del cual los españoles, el año 1765, conformaron un pequeño pueblo.

Los diversos sectores poblados se fueron formando aledaños a la línea del ferrocarril, servicio que en la actualidad no existe pero que fue de vital importancia en la conformación de la comuna.

La población se dedica principalmente al cultivo de trigo y avena, como así a las labores forestales y crianza de ganado en pequeña escala.

Posee un número considerable de montañas y planicies onduladas en las que se encuentran los centros poblados, todos ellos dedicados principalmente a labores silvoagropecuarias.

Las aguas limpias y transparentes de sus ríos y lagunas le han dado fama a Tucapel como zona de pesca. No en vano Polcura tiene pisciculturas.

Los principales cursos de agua los forman los ríos Huépil, Cholguán, Itata, Manco, Reñico y los esteros El Piojo, Las Lomas, Los Troncos, entre otros.

También destaca las lagunas de Trupán y El Manco, la primera es ideal para la pesca y los deportes náuticos.

Tucapel - Atractivos de Tucapel


Bocatoma Tucapel: 2 kilómetros antes de llegar a Tucapel está la bocatoma del canal Laja-Diguillín. Allí también está el balneario municipal, que aprovecha las aguas del río Laja. Está implementado con agua potable, luz eléctrica y casetas sanitarias. El lugar es apto para la pesca y el baño. Cuenta con medio centenar de sitios de camping rodeados de frondosos árboles.

Tucapel Urbano: Esta localidad se caracteriza por su plato típico: salmones del río Laja, los cuales se pueden degustar en varios restoranes de Tucapel. Además, está el fuerte de Tucapel fundado en 1725 por Gabriel Cano y Aponte como una manera de acortar el frente con los mapuches.

Huépil: En sus alrededores están los ríos Huépil y Cholguán.
En este lugar se celebra el 25 de diciembre la fiesta religiosa de María Santísima, visitada por una gran cantidad de devotos de diversos sectores.

Laguna Trupán: Rodeada de cerros, es un sitio especial para acampar y andar. La laguna, que tiene una profundidad promedio de 6 metros, unos 600 metros de largo y 300 de ancho, recibe agua del canal Zañartu y luego sigue su curso hasta el río Huépil. En la laguna se puede disfrutar de un tranquilo y apacible paseo en bote.

Polcura: Ubicado a 20 kms de Huépil, ahí se encuentra el río El Manco. Además, a unos 9 kms está la laguna del mismo nombre, poco conocida pero de gran belleza.

En los alrededores de esta Polcura existen lugares de incalculable belleza como el sector de Mañihual de difícil acceso, en donde existen copihues y bosques nativos.

Tucapel - Historia de Tucapel


Aún cuando hoy en día el pueblo más importante lo constituye Huépil, la historia de la fundación de la comuna y de sus centros poblados está íntimamente ligado a lo que es la historia del fuerte Tucapel que dio origen primeramente al pueblo del mismo nombre y luego a la conformación de los otros tres centros pobladas llamados Trupán, Polcura y Huépil. El fuerte Tucapel fue fundado por Gabriel de Cano y Aponte en 1723, como una manera de acortar el frente con los araucanos.

Se dice que el distinguido Gobernador de Chile Colonial hizo abandonar los fuertes de la frontera para instalar Penco, Quilacoya, Yumbel, y el más oriental que correspondió a Tucapel. Según el Abate Molina, el fuerte estaba ubicado "en el estrecho que forman los riscos del río Laja y faldas de la Cordillera nevada y cierra el paso de los indios enemigos".

Seguramente el día de su fundación correspondió a un 13 de Noviembre, de ahí su nombre de Fuerte de San Diego de Tucapel. Más tarde, Antonio Guill y Gonzaga, entre los años 1765 y 1766 con algunas familias de españoles fundaron el pueblo en las afueras del fuerte, aunque por razones de seguridad muchos se quedaron viviendo en el interior. Por esos años se fundaron las Villas de San Luis de Gonzaga de Rere y San Carlos de Austria de Yumbel. Con el correr de los años la región, fue refugio de bandidos. Los Pincheira extendían sus correrías desde la llamada isla de la Laja hasta San Fernando y por el lado argentino hasta San Luis.

A fines de 1821 e inicios de 1822 y debido a largas discusiones entre Freire y Benavides, este ultimo asesorado por el cura Perrebú, se produjo una reorganización de las fuerzas de montoneros, los que destruyeron gran parte de esta hermosa región. Así desaparecieron consumidas por las llamas, los poblados de Los Ángeles, Nacimiento, Purén, Santa Bárbara y Tucapel Nuevo.

La zona quedó como si jamás hubiese sido habitada. Posteriormente a este desastre tanto el fuerte como el pueblo comenzó a ser reconstruido lentamente, que nuevamente fue incendiado, en 1852. Fue entonces cuando el Presidente envió a don Joaquín Villarino (que no era ingeniero civil pero trabajaba en el ramo), con la misión de buscar el lugar más adecuado para fundar un pueblo. Visitó muchas localidades, terminando por informar que el lugar más adecuado era el noreste del Fuerte. Esto habría sucedido el 12 de octubre de 1854. El fuerte mantuvo una guarnición hasta después de la guerra del Pacífico, pues aún existían problemas con los Araucanos. La Municipalidad existe por un Decreto firmado por el presidente don Jorge Montt, que creó varios Municipios pero formando parte del Departamento de Rere, del cual se separó al finalizar el primer cuarto de siglo, pasando a formar parte de la provincia de Ñuble. Posteriormente y debido a la reestructuración producto de la regionalización del país, pasó a formar parte de la provincia de Biobío. Hasta el año 1967, Tucapel fue la capital de la comuna, con un buen edificio municipal y tesorería, pero por disposición del Presidente Eduardo Frei, esta fue trasladada a Huépil. Anteriormente la Municipalidad jamás había funcionado allí, solamente lo había hecho la tesorería por un corto tiempo, cuando ésta estuvo a cargo del Sr. José A. Márquez. Dentro de la historia y desarrollo de la comuna un papel fundamental le cupo al servicio de ferrocarriles. ramal de trocha angosta que derivaba de la estación de Monteáguila hacia el oriente hasta la estación de Polcura, el que fue fundado alrededor del año 30, según algunas fuentes ligadas al quehacer ferroviario.

Fue fundamental en el desarrollo y dinamismo de la zona puesto que era el medio de transporte que permitía sacar los principales productos del sector (cereales y madera) hacia el mercado nacional. También era el principal medio de transporte de los habitantes del sector. El desarrollo del ferrocarril está estrechamente ligado al desarrollo de Huépil como el principal centro urbano y comercial de la comuna, dado que constituía una de las principales estaciones del ramal.

En cambio, Tucapel quedó fuera del trazado ferroviario y ello determinó en gran medida el desperfilamiento y desplazamiento como principal centro urbano. A través del transporte terrestre se efectuaba la combinación de pasajeros provenientes de Tucapel con el tren, vía la estación de Huépil. El rol de Huépil, como una de las estaciones principales del ramal fue haciendo que se concentrara en torno a ella el comercio y los servicios dado el dinamismo económico que fue logrando. Todos estos fenómenos fueron las causas de que la comuna se fuera concentrando y desarrollando en torno a Huépil.

Tucapel - Laguna de Trupán


De acuerdo a la recopilación de leyendas en la biblioteca pública de Huépil, en la comuna de Tucapel, existe una curiosa leyenda que explica el origen de la laguna de Trupán, situada en la localidad del mismo nombre, en plenos faldeos cordilleranos.

Según este relato, en ese lugar no había ningún cuerpo de agua. Sin embargo, hace muchos años, cuando unos mapuches jugaban a la chueca o palín en el mismo lugar hubo una gran pelea donde murió el hijo del lonco.

Por eso, éste maldijo la cancha para que nadie pudiera jugar en ese lugar.

Fue así que cuando el grupo de iba del lugar, a uno de los mapuches presentes le dieron ganas de orinar. Fue tanto lo que hizo que en el mismo lugar se formó la laguna Trupán, impidiendo el uso deportivo de esa parte, tal como lo había afirmado el indignado jefe indígena.

Por eso, se asegura en el relato, en las noches de luna llena se escucha cómo orina el mapuche.

Tucapel - Terror en las sombras

En un camino a las Lomas de Tucapel, siempre se producía un hecho muy terrorífico. Cuando a la medianoche los trabajadores bajaban al pueblo a caballo, se encontraban con una yunta de bueyes negros de largos cachos que comían pasto en el camino, que pronto comenzaban a correr por el callejón.

Los caballos de los hombres se paraban y no querían avanzar. A uno de ellos lo castigaron tanto para que corriera tras los bueyes que cuando llegó a una zarzamora muy tupida cerca del fundo Venecia, desapareció sin dejar huellas.

Tucapel - Mariscal Andrés Alcázar: el guerrero de Biobío


El mariscal Andrés Alcázar fue parte viva de todo el proceso de Independencia del país, luchando con O’Higgins en Rancagua y en las exitosas campañas de la Patria Nueva. Nacido en Tucapel, al alero del fuerte, se forjó en la reciedumbre de la Alta Frontera y, en defensa de Los Angeles, murió en las cercanías del Puente Perales (conocido como Tarpellanca) cuando trataba de escapar de las montoneras de Benavides.

El nombre de un céntrico hotel y de una avenida pavimentada hace pocos años, además de un modesto busto frente a la cascada principal del Salto del Laja son, quizás, los únicos recuerdos tangibles de quien fuera uno de los más brillantes soldados patriotas que tuvo el país en los albores del proceso de la independencia, hace unos 190 años.

El mariscal Pedro Andrés Alcázar Zapata, según coinciden los historiadores, fue uno de los más sobresalientes estrategas militares y un caballero de respeto entre sus pares, que a pesar de su avanzada edad el día de su muerte supo mantener la claridad de la situación para tomar siempre la decisión más correcta.

Pero, para los habitantes de la provincia de Biobío, también tiene un componente original. No sólo murió y combatió en estas tierras dependiendo la causa patriota, sino que también nació por estas latitudes, en plena zona de la Alta Frontera.

En efecto, por allá por 1752, en pleno territorio fronterizo, vio la luz en el fuerte de San Diego de Alcalá, de Tucapel, siendo bautizado en la capilla del mismo el 12 de diciembre del mismo año. Era hijo del Capitán de Infantería y Jefe del Fuerte, Andrés de Alcázar y de doña Feliciana Rodríguez de Zapata y Sanhueza.

En Tucapel creció en medio de la hostilidad ambiente, entre malones araucanos y furiosas tempestades, que la naturaleza descargaba en el territorio.

Entusiasmado, desde sus primeros pasos, por la carrera militar, entró al Regimiento Dragones de la Frontera en calidad de soldado distinguido. Tiempo después llegó de España su nombramiento oficial de Cadete.

Por un error de copia, figuraba como Pedro del Alcázar, en lugar de Andrés. El comandante de Dragones, el Coronel Ambrosio O’Higgins, le hizo anteponer el apelativo de Pedro, para legalizar la cédula.

En 1776, Pedro Andrés fue ascendido a alférez, luego a Teniente en 1783 y a capitán en 1785. Antes, en 1777, casó con doña Clara de Zumelzu Obregón y Ruiz de Berecedo, unión de la cual nacieron Carmen, Juan Andrés, Mateo (sería sacerdote), Antonia, Juana, Teresa y José Antonio.

Durante todo este tiempo, Andrés de Alcázar sirvió exclusivamente en la región conocida como Isla de la Laja, lo que le permitió ser un experto conocedor de la comarca y de sus habitantes. Sus constantes encuentros con los indígenas forjaron sus condiciones de guerrero que le destacarían más tarde, durante las luchas por la emancipación.

Tucapel - Alcazar, su adhesión a la Causa Patriota


Su adhesión al nuevo régimen se vio reflejada en el oficio que envió el mayor graduado Pedro José Benavente, comandante del Cuerpo de Dragones Veteranos, acantonados en Los Angeles, en respuesta a la nota enviada por el Conde de la Conquista, el 19 de septiembre desde Santiago, en la que pide el reconocimiento de esas tropas a la Junta de Gobierno, instalada en la capital. Revestía especial importancia la adhesión de las tropas de Los Angeles, por ser esta la principal plaza militar del sur. A pesar que el total de sus fuerzas no pasaba de mil hombres, era un lugar apto para la formación de nuevos cuerpos de tropas.

Desde esta época y hasta su heroica actuación en Tarpellanca, Andrés de Alcázar viviría prácticamente empuñando su espada, montado a caballo, junto a los ríos, bosques y montañas de su Patria.

Su primera campaña bajo la Junta de Gobierno criolla sería en auxilio de los patriotas de Buenos Aires, amenazados por una invasión realista en 1811.

En Concepción se preparó un cuerpo de 200 infantes y 100 dragones de la Frontera, que partió hacia el Atlántico al mando del teniente coronel graduado Pedro A. del Alcázar. El citado destacamento, denominado Tropas Disciplinadas, efectuó una notable marcha vía Santa Rosa de Los Andes, Mendoza, Buenos Aires, llegando a este último punto a mediados de 1811. Entre los 27 oficiales chilenos que iban en la expedición, figuraban un futuro Presidente de la República, el entonces capitán Joaquín Prieto Vial, y el capitán Manuel Bulnes, padre del Presidente de igual nombre.

Las fuerzas de Del Alcázar prestaron servicios en Buenos Aires, de diferente índole, solidarizando con las tropas de la guarnición militar, en la revolución del 8 de octubre de 1812.

En abril de 1813, el comandante Alcázar solicitó de las autoridades de las provincias Unidas del Río de la Plata la autorización para regresar a Chile, toda vez que se gestaban importantes acontecimientos independentistas.

El 18 de abril, las "Tropas Disciplinadas" salieron de Buenos Aires, cruzaron la Cordillera a fines de mayo y entraron en Santiago el 4 de junio, siendo entusiastamente recibidas por el pueblo y las autoridades. Tres días más tarde la Junta de Gobierno envió una efusiva nota por los servicios prestados por Del Alcázar. Este, en su respuesta, agradece en su nombre y en el de su gente y ofrece su concurso, manifestando su ansiedad de "poder recoger siquiera una rama de los laureles que sus compañeros comenzaban a reunir en el sur de Chile".

La Junta de Gobierno dispuso que las tropas de Alcázar se trasladaran a Valparaíso, de donde, después de una corta permanencia, fueron enviadas a Talca. Al organizarse la División Auxiliar, las tropas de Del Alcázar pasaron a formar parte de ella. De esta División se destacó una fuerza de 800 soldados, seis cañones y dos culebrinas, que partiendo de Talca, al mando del Coronel Marcos Balcarce, ocupó sucesivamente Longaví, Cauquenes y Quirihue.

En el combate sobre los Cerros de Cucha-Cucha (23. II. 1814), Alcázar actuó como segundo del Brigadier Juan Mackenna contra la División realista Urrejola.

Posteriormente, volvió Alcázar a descollar en la brillante victoria del Brigadier Juan Mackenna en Membrillar (20. III. 1814).

Producida la invasión de reconquista del Coronel Mariano Osorio, se unieron los chilenos ante el peligro común, pero era ya demasiado tarde.

Sobrevino el desastre de Rancagua (1 y 2.X.1814), donde el coronel Alcázar luchó fusil en mano y codo a codo con los heroicos defensores de la Patria Vieja. Fue uno de los que sableando y saltando por encima de los morriones de los soldados de Rodríguez Ballesteros, Montoya, Maroto y Elorreaga, se abrió paso hacia la cuesta de Chada.

En el éxodo a Cuyo, allí estuvo Alcázar, en la retaguardia, protegiendo la retirada por las cumbres andinas.

En Mendoza, tomó parte en la preparación e instrucción del Ejército de los Andes hasta que, al frente de su destacamento, cruzó la cordillera con destino al terruño, en enero de 1817.

Después de la Batalla de Chacabuco (12.II.1817) permaneció en Santa Rosa de Los Andes, organizando un batallón de infantería que propuso crear con contingente de la subdelegación de Aconcagua. De esta manera nació el "Batallón Número 1 de Infantería de Chile", cuya organización de detalle y mando quedó a cargo del Coronel Juan de Dios Vial Santelices, en la villa de San Felipe.

Entre el lapso de las Batallas de Chacabuco y Maipú, participó en el sur del país en la campaña contra las fuerzas del coronel José Ordóñez que, aliado con los mapuches, se había impuesto la misión de mantener las armas españolas en las plazas de Concepción y Talcahuano.

Durante esta guerra de guerrillas, Alcázar fue sitiado por los indígenas en Nacimiento, manteniéndose en su reducto hasta que fue auxiliado por patriotas al mando de su sobrino, el capitán Agustín López Alcázar (18. X. 1817).

El 15. XI. 1817, volvió a ser atacada la plaza de Nacimiento, donde montaba guardia permanente el coronel Alcázar, por las montoneras realistas y escuadrones araucanos. Por dos días se mantuvo firme en sus posiciones hasta que pasó al contraataque, consiguiendo romper el sitio y poner en fuga al enemigo.

En Maipú (5. IV, 1818), tomó parte brillante en la victoria, que habría sido decisiva si el General San Martín hubiese ordenado una tenaz persecución.

Tucapel - La Guerra a Muerte


Después de batalla de Maipú, gran parte de las tropas realistas se retiraron al sur, donde organizaron guerrillas que hostilizaban distintos puntos de la región, lo que movió a la organización de un ejército de patriotas que ocupó con alrededor de tres mil hombres el territorio entre Santiago y Parral. Estas fuerzas se pusieron al mando del General transandino Antonio González Balcarce, quien llegó a Chillán el mes de enero de 1819. Este Ejército tuvo una sola acción militar, un duelo de artillería con los realistas a través del Biobío. Balcarce se retiró al norte, dispersando sus tropas y nombrando a Alcázar Comandante General de las Fronteras, en febrero de 1819.

Después de la retirada de Balcarce, los realistas convergieron sobre Los Angeles, defendido por el Batallón Coquimbo y artillería. Un primer ataque de "tres mil indios de lanza" fue rechazado con metralla. Repitieron el ataque llegando a golpear las puertas del fuerte con los cabos de sus lanzas. Alcázar llegó con su caballería desde Yumbel y los dispersó.

Como comandante de las fuerzas que guarnecían Los Angeles, le correspondió al coronel Alcázar enfrentarse al sanguinario comandante de guerrillas Vicente Benavides. Este llegó con sus hordas a Los Angeles el 19. IV. 1819. Benavides exigió la rendición, asegurando que ya había derrotado al General Ramón Freire en un supuesto combate. La contestación de Alcázar fue: "Ataque usted cuando quiera; tengo pólvora y balas para esperarlo con la mesa puesta". Benavides no se atrevió a pasar al asalto y se retiró.

A fines de ese año, tuvo el Coronel Alcázar un serio combate en El Avellano (9. XII. 1819). Allí se encontró con fuerzas montoneras muy superiores en número, que le obligó a retroceder con sus escasos milicianos y mocetones indígenas aliados. Empero, recibió oportunamente desde Los Angeles el refuerzo del Batallón Cazadores de Coquimbo, con el cual contraatacó, obteniendo la victoria.

Entre los muertos realistas figuraba el jefe militar de los indios, el lenguaraz Pedro Sánchez y entre los heridos, el perverso Zapata y el cacique Mariluán. Los patriotas tuvieron lamentables bajas fatales, como la del cacique aliado Francisco Mariguala y los Tenientes Juan Pulgar y Francisco Poblete.

Luego de la expedición a Renaico, en enero de 1820, don Pedro Andrés Del Alcázar fue ascendido a Mariscal (12. IV 1820).

Tucapel - Martirio en Tarpellanca


Con el alto grado de Mariscal, Alcazar emprendería una infortunada operación para batir al temible Benavides. En ella encontraría heroica muerte en el Combate de Tarpellanca (26.IX.1820), en lo que hoy conocemos como Puente Perales, uno de los pasos del río Laja, en el camino a Yumbel.

El plan para capturar a Vicente Benavides, ideado en 1819 por el Intendente de Concepción, General Ramón Freire, era sencillo. El atacaría al montonero por el camino de la costa, mientras que el entonces Coronel Alcázar avanzaría desde Los Angeles hacia el sur del Biobío, atravesando éste frente a Nacimiento.

Después del desastre de Pangal, el Mariscal Alcázar se encontraba en una situación bastante crítica. La guarnición de Los Angeles, con su población civil, estaba aislada y había sufrido ya cuatro asedios de la indiada manejada por Benavides.

En estas circunstancias recibió Alcázar una falsa orden para que abandonara Los Angeles y cruzara el Laja por el vado de Tarpellanca, para unirse a las tropas de Concepción en las proximidades de Yumbel. Engañado o no, el Mariscal Del Alcázar se impuso la obligación humanitaria de salvar a la población angelina, particularmente a las mujeres y niños. Si éstos permanecían en la villa, sin protección armada, serían horrorosamente sacrificados. En consecuencia, organizó una columna con carretas, animales y el total de los moradores, que marchó hacia el Laja escoltada por las fuerzas del veterano militar (a la sazón ya tenía 67 años).

Dejó la villa el 25. IX. 1820 al frente del Batallón de Cazadores de Coquimbo, 45 artilleros, 100 a 200 indígenas amigos y cerca de un millar de paisanos.

Alcázar llegó al vado de Tarpellanca con su columna de fugitivos al amanecer del 26 de septiembre. El río Laja formaba en esa época, frente al paso, una isla que lo dividía en dos brazos. Cuando la población angelina se encontraba en la citada isleta y parte de las tropas en la ribera opuesta, emergieron por todas partes una cantidad impresionante de fuerzas realistas, soldados e indígenas, que alzaban sus armas en señal anticipada de victoria...

De inmediato Del Alcázar hizo rodear a la población civil por las pocas carretas y cuanto artefacto se encontró a mano, mientras que las tropas que habían cruzado el río regresaron a la isla arenosa para reforzar la defensa. El único que no se plegó al improvisado baluarte fue el Teniente Coronel Isaac Thompson, Comandante del Coquimbo. Según declararía después, había pretendido ir en busca de ayuda a Concepción.

Fue en estos aciagos instantes cuando el casi septuagenario Mariscal Del Alcázar mostró la fibra de su temple, dando órdenes desde la silla de su caballo y recorriendo los lugares donde se refugiaban las mujeres, niños y enfermos, les animaba y les aseguraba que les salvaría la vida.

13 horas (32, dice Mariano Torrente) resistió los impetuosos asaltos del enemigo, especialmente de las hordas del cacique Mañil, azuzadas por Benavides.

Tampoco tenían mejor resultado los ataques de los montoneros del comandante Juan Manuel Pico. Los patriotas, bajo las voces de mando del mariscal Pedro Andrés Alcázar, disparaban con excelente puntería y corrían de un lado a otro para tapar huecos o rechazar a los más audaces que lograban pisar la isla.

Agotadas las municiones, los defensores de Tarpellanca se mostraron dispuestos a pelear con cuchillos, bayonetas y a culatazos. Fue el momento en que Benavides y Pico enviaron un parlamentario a proponer una capitulación honrosa, asegurando la vida y libertad de los pobladores. Los oficiales serían hechos prisioneros y la tropa seria distribuida en las guerrillas realistas.

Si Alcázar hubiese estado sólo al frente de sus soldados, habría continuado batallando o se habría abierto paso como lo hiciera en Rancagua. Mas las mujeres, niños, ancianos y enfermos debían tener una oportunidad de salir con vida, evitando una feroz masacre. Alcázar creyó en la bandera de paz. Jamás se imaginó o no quiso creer en un absurdo martirologio.

La heroica jornada de Tarpellanca (26. IX. 1820) había terminado, luego de la firma de capitulación, efectuada a las 2 A.M. del día 27, pero con los primeros rayos del sol, se desencadenaría la tragedia.

Vicente Benavides soltó a las fieras de Mañil, que se lanzaron sobre los pobladores con crueldad. En tanto, el comandante Gaspar Ruiz, jefe político del partido de La Laja y los 17 oficiales, habían sido separados de la tropa y conducidos en dirección a Yumbel.

El 28 de septiembre los prisioneros recibieron orden de continuar la marcha, luego de pernoctar en San Cristóbal. Cerca de Yumbel, los oficiales habían sido encerrados en un rancho, donde fueron ultimados a sable, lanza y balazos. Entretanto, Alcázar y el comandante Ruiz fueron lanceados y destrozados sus cuerpos. Se cree que el cacique Catrileo fue el que primero lanceó al veterano soldado tucapelino.

Esta fue la página más negra de la llamada Guerra a Muerte, de la cual -al decir de Francisco A. Encina- hasta "los propios indios tuvieron vergüenza de cantar victoria".

Con este terrible capítulo, culminó la vida de una de los personajes más gloriosos del Ejército chileno y de la Provincia de Biobío.

Negrete - Escudo de Armas de Negrete


Escudo español dividido en cuarteles.

1º y 4º cuartel: sobre campo de gules dos torres de plata, simbolizando la noble sangre del Araucano y Español derramada en la Guerra de Arauco, junto a los Fuerte Españoles.

2º cuartel: sobre campo de plata un águila de sable que simboliza la altivez se mira y fiereza de sus habitantes.

3º cuartel: sobre campo de azur gavilla de oro que simboliza los carácteres Agrícolas de la comuna.

El escudo va timbrado por una corona en fuerte de oro de ocho torres de las cuales cuatro van a la vista.

Negrete - Escudo de Armas de Negrete


Escudo español dividido en cuarteles.

1º y 4º cuartel: sobre campo de gules dos torres de plata, simbolizando la noble sangre del Araucano y Español derramada en la Guerra de Arauco, junto a los Fuerte Españoles.

2º cuartel: sobre campo de plata un águila de sable que simboliza la altivez se mira y fiereza de sus habitantes.

3º cuartel: sobre campo de azur gavilla de oro que simboliza los carácteres Agrícolas de la comuna.

El escudo va timbrado por una corona en fuerte de oro de ocho torres de las cuales cuatro van a la vista.

Negrete - Atractivos de Negrete


RIOS: Los ríos que rodean la comuna tienen gran atractivo. Son apacibles, limpios e invitan al descanso, además de ser aptos para la pesca deportiva.

Entre estos atractivos destaca el paraje y remanso que brinda el río Bureo en el sector denominado Balneario Miraflores y la laguna natural que forma, a los pies del cerro Marimán, en el río Biobío.

En todos estos ríos es posible la navegación en botes, incluso el turista puede disfrutar del servicio de boteros para surcar las cristalinas aguas de los ríos que cruzan por esta comuna.

CERRO MARIMÁN: Está ubicado al costado norponiente del pueblo de Negrete. En su cima y en su base habría existido un fuerte español durante la conquista, domina lo que se llama el vado de Negrete. Su existencia es origen de fabulosas leyendas y cuentos.

SECTOR COIGÜE: Como todas las estaciones de trenes aún conserva la muestra de su esplendoroso pasado. La estación, el puente ferroviario sobre el Biobío y la vía bajo nivel son parte de los lugares dignos de visitar. Además, el puente carretero ofrece una gran vista del río Biobío.

Negrete - Atractivos de Negrete


RIOS: Los ríos que rodean la comuna tienen gran atractivo. Son apacibles, limpios e invitan al descanso, además de ser aptos para la pesca deportiva.

Entre estos atractivos destaca el paraje y remanso que brinda el río Bureo en el sector denominado Balneario Miraflores y la laguna natural que forma, a los pies del cerro Marimán, en el río Biobío.

En todos estos ríos es posible la navegación en botes, incluso el turista puede disfrutar del servicio de boteros para surcar las cristalinas aguas de los ríos que cruzan por esta comuna.

CERRO MARIMÁN: Está ubicado al costado norponiente del pueblo de Negrete. En su cima y en su base habría existido un fuerte español durante la conquista, domina lo que se llama el vado de Negrete. Su existencia es origen de fabulosas leyendas y cuentos.

SECTOR COIGÜE: Como todas las estaciones de trenes aún conserva la muestra de su esplendoroso pasado. La estación, el puente ferroviario sobre el Biobío y la vía bajo nivel son parte de los lugares dignos de visitar. Además, el puente carretero ofrece una gran vista del río Biobío.

Negrete - Negrete, con alma campesina


Si su ánimo es ir al encuentro del tradicional campo chileno, Negrete le depara acogedores lugares. La comuna tiene zonas dedicadas al descanso. No son bien dotadas como los balnearios más importantes de la provincia, pero la tranquilidad es su principal capital.

Tómese un gran descanso. Refrésquese y pasee en bote con su hermosa vista sobre el río Biobío. Tierras fértiles que hacen brotar largas extensiones de cultivos y frutales conforman el paisaje habitual.

Esta es una hermosa localidad dedicada a las actividades ligadas a la tierra. Su generoso suelo brinda tomates, repollos, arvejas, lechugas. También se acoge al recién llegado con sus cazuelas, pebres y pan amasado.

La comuna tiene su origen en el remoto 1551, año en que una expedición española, buscando la manera de cruzar el límite natural que le imponía el río Biobío, descubre el vado de Negrete, más o menos en el mismo lugar donde ahora está la localidad.

Ubicada a 35 kms al sur de Los Angeles, se accede a Negrete por la Ruta de la Madera. En sus 176.5 kms2 se asientan 8.347 personas. El 53% de su población vive repartida en el área rural.
La principal actividad económica de la comuna es la agricultura de la remolacha, leguminosas, cereales pero por eso no menos importante es la actividad ganadera y lechera.