jueves, 5 de febrero de 2009

Nacimiento - Fuerte de Nacimiento


La ciudad de Nacimiento se ubica en un peñón de la cordillera de Nahuelbuta y tiene un origen militar, pues su formación se remonta a la creación de la Plaza Fuerte de Nacimiento durante la Colonia.

Desde las primeras décadas de conquista, los españoles intentaron ejercer su dominio sobre los nuevos territorio. La continua lucha con los mapuches obligó al español a crear un espacio fronterizo, así se estableció el río Biobío como frontera entre los mundos hispano e indígena. Para defender el territorio, la Corona adoptó diversas medidas y la construcción de fuertes en lugares estratégicos fue una de ellas.

Los fuertes fueron asentamientos militares en el territorio de la Araucanía, cuya función era ejercer soberanía, dominio y protección. Para cumplir eficientemente su objetivo, debían tener algunos requisitos fundamentales: su emplazamiento tenía que estar en lugares elevados para poseer un dominio visual del espacio circundante, y para asegurar la defensa se buscaban sitios que dificultaran o frenaran el ataque mapuche, tenían que estar al borde de vías naturales para asegurar las comunicaciones y, finalmente, debían ser lugares que suministraran agua, alimentos y materiales de construcción.

Sus formas generalmente eran cuadradas o triangulares y para su construcción se utilizó madera y piedras. Aunque, si bien es cierto, se utilizaron excelentes técnicas constructivas, muy pocas fortificaciones se conservaron debido a las continuas destrucciones de los fuertes por parte de los mapuches, a la erosión, las condiciones climáticas, los temblores, incendios y el transcurso del tiempo.

En la ribera norte del río Biobío y cerca de la confluencia con el río Vergara, el 24 de diciembre de 1603 el Gobernador del Reino, Alonso de Ribera, funda el fuerte con el nombre de Nacimiento, en memoria del nacimiento de Jesucristo, y lo deja con una guarnición de 100 soldados al mando de don Alonso González de Nájera. En 1613 fue totalmente destruido y llevado a la línea misma del río Bío Bío, atacado repetidamente por los nativos fue sucesivamente destruido y reconstruido en 1665, 1724 y 1739.

Finalmente fue trasladado a la parte sur del Biobío, al poniente del río Vergara y a 1 km. de la junta de ambos cursos fluviales. Su favorable emplazamiento, a orillas de un río navegable y sobre una barranca muy empinada que le daba gran dominio del territorio, movió al Mariscal de Campo y Gobernador del Reino, don Manuel de Amat y Juniet, a otorgarle, en diciembre de 1756, el título de villa con la intención de fortificar la frontera y congregar a la población que se encontraba dispersa en la zona.

El concepto de Plaza Fuerte fue desarrollado en el siglo XVIII y, como su nombre lo indica, cumplía una función militar defensiva y a su vez, de resguardo de la villa fundada al exterior del fuerte. El Gobernador Amat en persona se encargó del diseño y supervisión de la obra. Hizo delinear la villa y sus defensas dividiendo el terreno en 10 manzanas y mandó levantar el nuevo castillo fortificado.

El fuerte se levantó en el extremo oriente de la ciudad sobre una escarpada que enfrenta al río Vergara. La planta, con forma de trapecio, era típica del siglo XVIII. Originalmente el edificio estuvo separado del pueblo por un foso. La población se encontraba distribuida en tres calles convergentes al Castillo y rodeada de gruesas murallas de cinco metros de altura, construidas en albañilería y argamasa de cal. En el diseño original cuatro baluartes en forma de triángulo se proyectaban en las cuatro esquinas del fuerte, fuera de la línea de las murallas exteriores; pero modificaciones posteriores alteraron los baluartes de los ángulos suroriente y norponiente.

Es importante señalar que, además de las funciones señaladas, el fuerte de Nacimiento cumplió un importante rol en la interacción entre indígenas y españoles, en lo que hoy llamamos relaciones fronterizas. Los fuertes ejercieron una importante función de comercio, en tiempos de paz se producía un intercambio espontáneo de productos, generándose un considerable tráfico de mercancías. Durante el siglo XVIII, la Plaza Fuerte de Nacimiento fue un destacado punto de comercio.

La importancia militar que el Fuerte de Nacimiento tuvo durante la Colonia se prolongó durante gran parte del siglo XIX. En las luchas por la independencia fue muy disputado; en 1813 cayó en manos de los realistas y en 1817 fue recuperado por el Mariscal Alcázar. Antes que comenzaran las campañas de Pacificación de la Araucanía, Nacimiento debió sufrir el asedio de los indígenas en 1860, 1861 y 1862. A partir de 1865, junto con Los Angeles y Angol, se constituyó en una de las principales bases de operación de la llamada campaña de pacificación de las tierras situadas entre el río Biobío y Valdivia. En 1875 Nacimiento recibió el título de ciudad.

En los últimos años del siglo XIX el fuerte fue desguarnecido y su artillería fue retirada. Nacimiento perdió su importancia de enclave militar con el desplazamiento de la frontera hacia el sur. El tiempo y el abandono causaron gran deterioro en el fuerte y con el terremoto de 1920 perdió, finalmente, sus rasgos originales; el foso se convirtió en la calle Lastra y la explanada fue transformada en Plaza Pública. En 1921 y 1940 se construyeron escaleras en la muralla oriente. Después del terremoto de 1939, la comisaría de carabineros se trasladó al fuerte y lo reconstruyó, allí ocupan un antiguo Cuartel de Policías comunales, sucesores de las Guardias Cívicas.

El paisaje que rodea al fuerte es de gran belleza y entre las caudalosas aguas del río Vergara se observan extensos campos y antiguas tierras mapuches.

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